Un 40% de conductores ha viajado alguna vez con un impacto luna coche, especialmente en el cristal delantero. Lejos de ser un porcentaje bajo, entraña mucho más peligro del que parece. Y es que el parabrisas alberga unas funciones cuanto menos básicas en un vehículo convencional que van desde la visibilidad hasta la seguridad del sistema ADAS. 

En el presente artículo, desde Ralarsa queremos hacer hincapié en un buen mantenimiento tanto del parabrisas como del resto de lunas del turismo. A continuación analizaremos los motivos por los que reparar una luna coche rota es imprescindible y, además, los peligros que entraña no realizar la reparación de cristales a tiempo. ¡En Ralarsa cuidamos de ti! 

Reparación de cristales es igual a seguridad vial

Es evidente que un parabrisas dañado imposibilita una correcta visibilidad, siendo esta la causante de accidentes en la calzada en alrededor de un 15%. Teniendo esto en cuenta, no es de extrañar que se insista en cuidarlo como se merece. Por ello, la reparación de cristales es uno de nuestros fuertes. 

Si bien es cierto que existen diferentes grados cuando hablamos de una luna coche rota, es importante solventarla cuanto antes. Y es que, durante un trayecto cualquiera puede empezar a hacerse una grieta mayor hasta tener que recurrir a la sustitución del cristal entero. Lo que, además de conllevar un efecto perjudicial en el medio ambiente, también resulta menos económico para el cliente, por no hablar de las consecuencias en caso de accidente. 

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Pero, ¿cuáles son los peligros que entraña un impacto luna coche? A continuación los listamos brevemente para concienciar de los efectos, ¡toma nota de ello!

  • Poca visibilidad. Como bien se ha mencionado más arriba, es uno de los puntos cruciales cuando se habla del parabrisas. Una luna coche rota puede llegar a suponer un “punto ciego” según dónde se ubique el golpe, afectando de forma directa en el tiempo de reacción del conductor ante cualquier imprevisto en la carretera. 
  • Sistema ADAS. Este ayuda a incrementar la seguridad dentro del vehículo, tanto de cara a los ocupantes como del resto de individuos de la calzada. Así, un impacto luna coche distorsiona la imagen del sistema ADAS y puede no cumplir su principal cometido: alertar ante una situación de peligro y mitigar los efectos de un hipotético accidente interviniendo en la dirección y los frenos del turismo. 
  • Airbags. Todos sabemos el importante rol que juegan los airbags para garantizar la seguridad al volante en caso de colisión. Estos están directamente condicionados por el buen o el mal estado del parabrisas, ya que en la mayoría de vehículos el airbag rebota en la luna delantera cuando se activa. Si el parabrisas está agrietado es probable que no aguante la presión, por lo que el airbag puede no desplegarse de manera correcta. 
  • Estructura más frágil. Una luna coche rota, asimismo, compromete gravemente la resistencia de todo el turismo. Por ello, teniendo en consideración que el parabrisas aporta estabilidad a todo el conjunto de la carrocería y en especial al techo, existen más opciones de que la estructura quede hundida sobre los asientos. Esto, en caso de accidente, podría ser fatal.  
  • Bajo margen de retención. El cinturón de seguridad es de uso obligatorio en todos los desplazamientos, pero el parabrisas también actúa como método de retención de los ocupantes. Es por esta razón que estos cristales suelen pasar numerosas pruebas de choque. 

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Sabiendo la importancia de un buen mantenimiento, en Ralarsa ponemos a tu disposición el mejor de nuestros servicios y atención personalizada. Pide mediante nuestra web tu cita para cuidar hasta los detalles más pequeños de tu vehículo. Además, nuestro equipo está disponible las 24 horas del día, garantizando tu seguridad ante cualquier imprevisto. 

¡Deja el cuidado de tu coche en nuestras manos!